Bajar el Fuji sin maldecir...y otras cosas imposibles (segunda parte)

lunes, 4 de enero de 2016


Ya estamos aquí otra vez...con la esperada segunda parte de nuestra aventura volcánica. Que dicho así...suena hasta peligroso jeje.

Lo último que os conté...es que habíamos conseguido coronar la cima del monte Fuji, a 3.776 metros de altura.  Estaba petado de gente...pero conseguimos un buen huequecito, muy cerca del torii de entrada...para contemplar el amanecer. Recuerdo las exclamaciones y la euforia contenida cuando vimos asomar ese puntito rojo en el horizonte...que en cuestión de minutos...lo llenó todo de una luz cálida preciosa... Hicimos fotos...muchas fotos...y lo grabé en video. Pero nada de lo que os pueda enseñar o contar...le hace justicia a ese momento. Es belleza en estado puro...y el momento en el que te das cuenta de que esa pequeña locura de subir el Fuji ha valido la pena...que ESE va a ser el momento que más recuerdes del viaje...
...y posiblemente también se convierta en un momento inolvidable de tu vida.





En mi caso fue así. Ya que a la emoción del reto conseguido...se le sumó el darme la vuelta (llevaba como 10 minutos obnubilada mirando al cielo...) y ver que Amir estaba arrodillado en el suelo con una cajita en las manos...Aquel fue el broche de oro a un momento mágico y perfecto. Como dice un proverbio japonés... 一期に一度 (ichi -e ichi -do)... literalmente "un encuentro, una vez" y que hace referencia al hecho de que cada momento es irrepetible...Para mi aquel fue mi momento irrepetible. 



Los que queríais más detalles de la pedida...se siente, que este blog es de viajes :P


Y ahora... voy a explicaros un poco como es la cima del Fuji. Desde luego...está mucho más equipada de lo que uno esperaría dada su altura... Refugio-Restaurante, puestos de souvenirs, estación meteorológica...hasta una oficina de correos. 
No me imagino como debe ser la vida de los que les toca currar allí arriba. XD


Dentro puedes refugiarte un poco del viento y tomarte una bebida o un ramen instantaneo calentito (aunque a precio de oro...claro está
Chocolatito y café calentito para entrar en calor y reponer fuerzas

Estuvimos un buen rato allí descansando y entrando en calor...pero decidimos que lo mejor era explorar un poco la zona del cráter y reemprender la marcha cuanto antes. No habíamos dormido y temíamos que en cualquier momento el cansancio iba a caer sobre nosotros como una losa...complicándonos la "operación retorno" jejeje


el crater...o el agujero del monte del Destino...

sintiéndonos en las nubes
Sky porn
Soy yo tapada hasta las cejas...XD
Cogiendo arena-souvenir para una amiga
Dejando un secreto escondido como recuerdo nuestro...

Y tocaba bajar... al principio no parecía para tanto...ya que el paisaje es tan espectacular que paras cada 5 minutos a hacer fotos. El solecito junto con el viento fresco de la altura hace que la temperatura sea agradable... la sensación es buena. Es buena hasta que llevas una hora bajando y te da la sensación de que no te has movido del sitio. Ahí acaba lo divertido....




Va...esto se baja en un momento...


a Amir a 3.000 metros ya le estorbaba la manga larga...

El sano deporte de "contemplación de nubes"

El sano deporte de "contemplación de nubes"


Aquí parece que estoy reflexionando sobre el sentido de la vida...pero en realidad estoy intentando divisar donde coño está el próximo refugio...

Hay muchas cosas que hacen de la bajada algo...por decirlo de una forma suave....desagradable. En primer lugar...la arenilla volcánica. Lo que en la subida eran piedras...aquí es unas gravilla uniforme que no sólo resbala un cojón (por lo cual tienes que ayudarte de los palos de trekking para no irte de culo al suelo) sino que además vas levantando polvo a tu paso que se van comiendo los que van detrás...Es muy molesto...y al final la única solución es taparte al máximo la cara y protegerte los ojos del polvo...pero claro...a medida que bajas...el sol aprieta y va haciendo más calor. Te vuelves a acordar de que es pleno verano y empiezas a sudar como un pollo.

Y ahí te acuerdas del famoso refrán...ese que dice que "solo un necio sube al Fuji dos veces". Eso lo tuvo que inventar un monje mientras maldecía la bajada... yo sólo lo volvería a subir si me bajan en helicóptero.

Gente que cae derrotada en medio del camino...ya que, al contrario que en la subida, en la bajada hay muy pocos refugios...apenas 2 o 3 en todo el recorrido...lo cual contribuye a la sensación de que aquello no acaba nunca. 

Parezco feliz...pero estoy valorando seriamente la posibilidad de lanzarme cuestabajo  y bajar rodando

Es muy importante seguir las indicaciones y bajar por la ruta Yoshida...o corres el riesgo de perderte y acabar dando un rodeo que...créeme...no quieres dar.

Tierra multicolor
Algo de nieve
bajaaaando
bajaaaaaaaaando 
Por fin...a lo lejos...un refugio!!! 
El look de la bajada
Nótese el polvo que se levanta al caminar...
Mis pintas a media bajada
En este refugio paramos un ratito a reponer fuerzas y a Amir le salió volando un guante que a estar alturas debe estar en Okinawa como mínimo....XD
Si la subida al Fuji nos llevó 7 horas que se me hicieron cortas...la bajada duró 5 que parecieron 8...Hay que ver que cosa más cansina. 

A medida que vas descendiendo...vas dejando las nubes de nuevo donde suelen estar (arriba, no abajo jeje) y vas viendo algo de la frondosa vegetación que rodea el bosque Fuji. Y así bajando bajando llegas por fin a un sendero de bosque...recta final de la aventura. 




¿Estos son los "brotes verdes" de lo que hablaba Rajoy?
Ya no queda nada
Y por fin...de nuevo...la 5º estación

Al llegar a la 5º estación...sólo tuvimos fuerzas para dejarnos caer en el suelo cual mendigos y quedarnos allí tirados un rato recuperando el aliento...y juntando las pocas fuerzas que nos quedaban para acercarnos a la parada de autobuses...donde teníamos que coger el de regreso a Kawaguchiko junto con otros montañeros con cara de cansancio.

Fue sentarnos en el cómodo autobús y caer dormidos profundamente...así que la sensación fue más de teletransporte que de viaje. El cuerpo nos pedía futón...pero como era ya mediodía... pensamos que lo mejor era retrasar un poco el feliz momento y comer algo...además de darnos un baño (necesario...muuuy necesario). 


Amir optó de nuevo por Katsudón

Yo tomé un perolo enorme de "Hoto"... plato típico de la prefectura de Yamanashi

Y esta es la cara que se te queda después de bajar el puto Fuji XD

Ya en el hotel... nos fuimos derechitos al onsen a ponernos en remojo. No recuerdo la cantidad de veces que me enjaboné para quitarme todo el polvo del camino...ni las veces que me soné la nariz y saqué mocos negros como el tizón. Es la parte menos glamurosa de subir al Fuji... lo que no te explican en las guías de viaje jejeje. Pero igualmente merece la pena. Y de todas formas se nos quitaron todos los males cuando pudimos echar una más que merecida siesta. El descanso del guerrero ;)

Cuando despertamos...no teníamos mucho que hacer...así que básicamente nos dedicamos a descansar...que buena falta nos hacía...y sólo salimos para dar un breve paseo y comprar comida para la cena en un combini cercano al hotel. 


Esta foto es "post-siesta"...y seguimos teniendo carilla de cansancio!!! 

Somos unos triunfadores...oh yeah!

 
La cena


Souvenirs volcánicos


Y hasta aquí la aventura de subir el Fuji...pero no las crónicas japonesiles!!! Aún nos quedaba mucho por vivir en Nagoya y en Tokyo durante los siguientes días. :)